viernes, 19 de septiembre de 2008

Viento

a vos...
que venís con viento de poniente
y que estás con viento de levante

Esa belleza,
inalcanzable e irreconocible,
esa belleza,
me llena las pupilas,
me distrae,
me atrae en definitiva
(y no me molesta)
incluso, en ocasiones,
me cae bien.


Pero esta belleza,
de estirar la mano y palpar,
y escuchar
y sobre todo reconocer.
Esta belleza de recorrer,
esta belleza del más acá,
me llena, por supuesto que me llena,
pero esta lindeza,
esta parte de oxígeno tranquilo,
de viento poniente,
esta parte de mundo que conozco
y, sobre todo, disfruto,
esta belleza mutilada y accesible,
es una belleza total,
mucho más que esa...
inalcanzable,
mucho,
mucho más intensa.
Esta,
esta es una belleza que me desinfecta
y me deslumbra.


Esta belleza,
es, un camino conocido,
un destino conseguible,
es, sobre todo,
y, ante todo,
la de acá,
es...esta,
también un poquito mía.

Esta belleza de sentirte conmigo,
de sorprenderme
(aún y con tentaciones de siempre)
que hay días,
que estás todavía más linda.