miércoles, 9 de septiembre de 2015

Cosas que recortan contra el cielo

Conmueves mi historia y mi presente

Hay barcos que cruzan y estaciones cruzadas, 
estaciones de puertas, 
puertos y puertas sin ventanas, 
mil puertas que siempre,
siempre salen al lado de nada.

Hay parques con ríos, 
ríos como el Tamesis, 
ríos que cruzan y lluvia que moja, 
moja pero no empapa.

Sin embargo, hay paseos que sí empapan, 
y empapan en serio, 
y empapan la barriga y el alma, 
dos nombres para una sola casa.

Hay bocas, dientes, ronquidos, 
dedos, manos, verrugas, 
hay sonidos y flatulencias, 
hay sudor y hay descargas 
y como no, también tenemos cucharas.

Y hay ruido de música, música en las ventanas.
hay desvelos en horas señaladas, 
hay polvos como apóstoles y salidas nunca erradas, 
recuerdos de hace tiempo, memorias, desmemoriadas.

Hay desayunos (dulces como nunca) 
meriendas soñadas, 
mañanas compartidas 
y todo, todo son ganas.

Hay españoles de mercados 
y mercados con coronas de flores, 
coronas de princesas coronadas.

Hay duchas compartidas, 
baños de a dos en bañera  
y espuma moldeada.

Hay dolores de agua, 
descubrimientos a estas alturas, 
fotos, fotógrafos de hombre y negro, 
blancos con hambre y vida desgarrada.

Franco, francamente, hay cuentos como sueños, 
y sueño con tartas, 
hay cielos como cielo, 
no hay dios en este cielo, 
pero lo que hay, y hay en serio,
son cosas que recortan contra el cielo, 
contra el cielo, el alma y las entrañas.