Conmueves mi historia y mi presente
Hay barcos que cruzan y estaciones cruzadas,
estaciones de puertas,
puertos y puertas sin ventanas,
mil puertas que siempre,
siempre salen al lado de nada.
Hay parques con ríos,
ríos como el Tamesis,
ríos que cruzan y lluvia que moja,
moja pero no empapa.
Sin embargo, hay paseos que sí empapan,
y empapan en serio,
y empapan la barriga y el alma,
dos nombres para una sola casa.
Hay bocas, dientes, ronquidos,
dedos, manos, verrugas,
hay sonidos y flatulencias,
hay sudor y hay descargas
y como no, también tenemos cucharas.
Y hay ruido de música, música en las ventanas.
hay desvelos en horas señaladas,
hay polvos como apóstoles y salidas nunca erradas,
recuerdos de hace tiempo, memorias, desmemoriadas.
Hay desayunos (dulces como nunca)
meriendas soñadas,
mañanas compartidas
y todo, todo son ganas.
Hay españoles de mercados
y mercados con coronas de flores,
coronas de princesas coronadas.
Hay duchas compartidas,
baños de a dos en bañera
y espuma moldeada.
Hay dolores de agua,
descubrimientos a estas alturas,
fotos, fotógrafos de hombre y negro,
blancos con hambre y vida desgarrada.
Franco, francamente, hay cuentos como sueños,
y sueño con tartas,
hay cielos como cielo,
no hay dios en este cielo,
pero lo que hay, y hay en serio,
son cosas que recortan contra el cielo,
contra el cielo, el alma y las entrañas.