Desintoxicarme de todo,
de la vida de todos los días,
de los ojos envenenados.
Desintoxicarme de la estabilidad
y del equilibrio.
Desintoxicarme de los miedos de siempre
y las verdades eternas,
desintoxicarme,
supongo,
y contaminarme, por fin,
con tus ojos,
tus ojos de río,
con tu voz de siempre,
tus besos,
tus manos,
contaminarme por entero
y de una vez
por vos y de vos.
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